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La bandera chilena y la razón áurea

La razón áurea, también conocida como proporción áurea, número de oro o divina proporción, es un concepto matemático que aparece a lo largo de la historia en el arte, la arquitectura, la naturaleza y otros campos. Se representa con la letra griega phi (Φ), y su valor numérico es aproximadamente 1.618, que corresponde a una solución de la ecuación “(a+b)/a = a/b”, asumiendo a/b como incógnita, donde a>b. Esta relación entre estos dos números a y b es lo que los griegos usaban para construir monumentos estéticamente muy bellos. Un ejemplo de ello es lo que se aprecia en la arquitectura del Partenón.

La asociación entre la razón áurea y la belleza deriva en gran parte de la percepción visual humana y cómo esta proporción se encuentra en muchos elementos naturales y creaciones artísticas que consideramos estéticamente agradables. En el Palacio de La Moneda en Santiago, sede del Poder ejecutivo de la República de Chile y uno de los edificios más emblemáticos del país, se puede ver que la fachada principal fue diseñada teniendo en cuenta la proporción áurea, ya que si se dividen las distintas alturas de las secciones del edificio con sus bases, da aproximadamente 1.618.

Pero la historia que quiero destacar es el de la primera versión de la actual bandera de Chile. El modelo que usamos actualmente está definida por un decreto del año 1912, donde el largo y el ancho está en proporción 2:3 y la parte azul y blanca en proporción 1:2.

Previamente, en el año 1817, don Bernardo O’Higgins encargó el primer diseño de la bandera a Antonio Arcos y delegó su confección a Dolores Prats de Huici. Este diseño es bastante similar en estructura y colores a la posterior y actual versión definitiva de 1912, pero difiere en la posición de su estrella, ya que dentro de ella se ubicaba otra estrella de 8 puntas inspirada en la estrella mapuche llamada guñelve, la incorporación de un escudo, y otras dimensiones de largo y ancho dado que utilizó se pensó en la razón áurea en su conformación. Esta bandera se utilizó en el juramento de la independencia de Chile el 12 de febrero de 1818.

El matemático chileno Andrés Navas en su libro “Un viaje a la ideas” (2014) hace un extenso análisis de cómo se forma esta bandera y su construcción para poder replicarla uno mismo. Invito a los lectores a buscar videos tutoriales donde, siguiendo sus instrucciones, se logra recrear sólo su estrella. Yo lo intenté con regla y compás y creo que es algo que no intentaré volver a hacer en mi vida.

Así, aunque sus proporciones sean estéticamente más bellas, era muy difícil de replicar en las distintas regiones de nuestro país, según señala Navas en su libro.  Finalmente, su difícil construcción, por la precisión de sus elementos, y el poco aprecio de los intelectuales de la época, llevó a la simplificación que hoy utilizamos, donde la belleza “áurea” queda relegada a un segundo plano.

La percepción de la belleza y la proporción “perfecta” puede variar entre las personas y sus culturas. Para los matemáticos, la belleza de la razón áurea se puede aplicar en múltiples campos, pero su implementación en la vida real puede enfrentarse con algunos problemas que la convierten en algo poco práctico.

Jorge Torres Fuentes

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