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Las buenas prácticas laborales y la gestión empresarial

[fusion_builder_container background_color=”” background_image=”” background_parallax=”none” enable_mobile=”no” parallax_speed=”0.3″ background_repeat=”no-repeat” background_position=”left top” video_url=”” video_aspect_ratio=”16:9″ video_webm=”” video_mp4=”” video_ogv=”” video_preview_image=”” overlay_color=”” overlay_opacity=”0.5″ video_mute=”yes” video_loop=”yes” fade=”no” border_size=”0px” border_color=”” border_style=”” padding_top=”20″ padding_bottom=”20″ padding_left=”” padding_right=”” hundred_percent=”no” equal_height_columns=”no” hide_on_mobile=”no” menu_anchor=”” class=”” id=””][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”no” center_content=”no” min_height=”none”][fusion_text]La visión tradicional del trabajo considera a las personas como recursos que, combinados con otros recursos ya sean tangibles o intangibles, aportan a la producción de bienes y a la prestación de servicios.

Adicionalmente, salvando la coyuntura económica u otras situaciones que afectan al mercado del trabajo, la percepción generalizada es que el hecho de encontrar un puesto laboral no es trivial ni menos fácil, por lo tanto, quien “tiene pega” tiene suerte y por tanto debe cuidarla.

Todo lo anterior es cierto, pero a medida que el mundo cambia, también lo hacen las tendencias, los patrones de consumo, la estructura de las familias, la tecnología y por lo tanto las formas de trabajar. Es lógico por tanto, que también estén evolucionando las relaciones entre organización y trabajador, y en definitiva los valores respecto a lo que es deseable y aceptable desde la perspectiva laboral. Ya no sólo se trata de tener trabajo, sino de tener un trabajo en el cual nos podamos sentir bien, contentos. En teoría, las empresas saben esto y son cada vez más las que hacen esfuerzos por ser cercanas con sus colaboradores. El estilo de dirección autoritaria está en retirada, dando paso a jefaturas más centradas en gestionar a través del desarrollo de un buen liderazgo y sensibles a lo que pasa con sus trabajadores. Lo anterior no es en absoluto incompatible con los buenos resultados del negocio, al contrario, de acuerdo al experto en Felicidad Organizacional, Ignacio Fernández, las empresas que promueven la salud, el bienestar y la felicidad organizacional, permiten triplicar la rentabilidad de una buena empresa.

Si bien la gran mayoría trabajamos para vivir y desde esa perspectiva, el sueldo aparece como la variable clave a considerar, existen otras dimensiones del ámbito laboral que son tanto o más importantes que el tema remuneraciones y que compensan un sueldo poco atractivo.

¿Qué condiciones de trabajo son las que debería atender una empresa que ve a sus trabajadores como su activo más valioso? La organización debe preocuparse por la salud y seguridad más allá de las normativas; también de entregar oportunidades de desarrollo a sus colaboradores; preocuparse por el clima laboral, dado que las relaciones interpersonales son gravitantes para el bienestar; generar el contexto para una buena comunicación interna que impida que los rumores y la desconfianza llenen espacios y provoquen inseguridad; asimismo, el promover beneficios y ofrecer un rango de flexibilidad para temas personales y/o familiares también es altamente valorado por los trabajadores. Estas son algunas materias que activan motivadores intrínsecos en las personas, que son más eficaces que los extrínsecos.

Para impulsar las buenas prácticas laborales en la Provincia de Ñuble, la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de Concepción, la empresa Staff Consultores y el Diario La Discusión, han lanzado el Premio Impulso, que busca reconocer a empresas con arraigo en la provincia y que estén trabajando en esta línea. Someterse a evaluación nunca ha sido fácil, pero es el primer paso para abordar procesos de aprendizaje y de mejora.[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

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