“Abril, lluvias mil”, refrán originario de Castilla, España, producto de lluvias sin temporal en esa zona por la Primavera que vive el hemisferio norte por estos días. Precisamente abril significa “Abrir”, por la apertura de las flores en esa estación y también, en alusión a la diosa griega de la fecundidad (no del amor): Afrodita.
En Chile, este mes hace alusión a la lluvia de trámites y “apertura” de bolsillos para el pago del Impuesto a la Renta esperando la fecundidad de las Arcas Fiscales en pro del Gasto Público. Cabe señalar que, más del 80% de este gasto se financia con Renta e IVA, por tanto es ineludible cumplir con el deber cívico de los tributos. Vaya el reconocimiento a toda la línea de entidades que lo permiten, desde Contribuyentes, Contadores (todos) hasta Tesorería General de la República.
Otros sucesos que han “abierto” el debate en abril (entre otros), han sido el anuncio del 5% adicional en materias de Previsión Social y el Censo realizado la semana pasada.
En relación al 5%, existe una dicotomía entre colaboradores del sector privado y algunos funcionarios del sector público; mayoritariamente rige el contrato en el sector y el empleador es quien deberá pagar el 5% adicional; en cambio, en las reparticiones públicas un significativo número de personas, que dependen de la renovación de sus contratos año a año, emiten boletas de honorarios por sus servicios; a estos últimos, ¿el Estado aumentará sus remuneraciones en favor de aumentar sus fondos previsionales?, considerando que se aplazó para el año 2018 la obligatoriedad de cotizar para quienes las emiten.
Por otra parte, la responsable capacidad crediticia de profesionales recién se vería disminuida. En alusión a los dichos del superintendente de Bancos Eric Parrado: “[…] ha bajado la Tasa Máxima Convencional (TMC), pero ha tenido un impacto negativo en los sectores de menores ingresos […]”. Esto, ya que los mayores generadores de empleo (MYPES y PYMES) recargarán el 5% al haber de su nómina. Para graficar, los montos solicitados por jóvenes profesionales se concentran en los créditos inferiores a 200 UF ($5,2 millones), para este monto la TCM (interés) oscila en un 2,4% mensual. Ahora, si comparamos los porcentajes, podríamos inferir que si se paga como sueldo el 5% (no previsional), se dispondría de un 2,6% más para pagar una cuota mensual.
Con respecto al Censo, de 42 preguntas del 2012, carece el concepto de equidad e inclusión que se pregona dentro de las 21 del actual; específicamente, ¿por qué preguntar (todavía) quién es el jefe de hogar?, ¿tal es el nivel de abstracción de la realidad de un país que tiene más de un concepto de familia? Ni bueno ni malo, sólo es.
Por otra parte, si el objetivo es la generación de políticas públicas, ¿por qué no considera la heterogeneidad de inmigrantes que posee el país e incluir dicho cómputo en la realización del Presupuesto Nacional? Cabe señalar que el ello se vota en octubre próximo y en agosto se entregarían los resultados preliminares del Censo y a fin de año los definitivos.
En fin, dos temas que “abren” interrogantes y nos convocan a esperar resultados justamente en nuestra primavera.