Y pasamos agosto… con ello se marca el inicio de un nuevo período electoral que culminará a fin de año con la elección de presidente, parlamentarios y consejeros regionales.
Y en esta oportunidad, nos veremos enfrentados al ingreso en plenitud de un nuevo tipo de elector que inyectará una nueva cuota de incertidumbre. Me refiero a los Millennials, jóvenes nacidos entre los años 1980 y 2000, quienes hasta ahora no habían tenido una participación potencial tan importante en procesos eleccionarios, por no haber cumplido la mayoría de edad. ¿Qué caracteriza a este grupo de la población y cómo impactará las elecciones de fin de año?
En primer lugar está su relación con un posible aumento de la abstención. Si bien desde la puesta en marcha del voto voluntario la participación ciudadana nunca ha superado el 40%. ¿Qué pasará en esta oportunidad? Los Millennials se han visto interesados por las nuevas tendencias de equidad de género y cuidado por el medio ambiente, por lo que tal vez se motiven a acudir a votar si ven sus intereses reflejados en propuestas de algunos candidatos. Sin embargo, su desilusión por el “establishment” puede ser tan grande que su interés sólo llegue a la buena voluntad, sin llegar a materializarse en un voto.
Por otro lado, está el efecto de las redes sociales. Hoy existen 1.5 celulares por cada chileno, lo cual sitúa a este medio en un poderoso canal de información, libre del control editorial y la programación que ofrecen los medios de comunicación. El acceso “on demand” traspasó la barrera del cine para llegar a las noticias, y con ello se crearon grupos de interés promovidos por los propios Millennials. Esto ya ocurrió en el retail, donde la experiencia del cliente pesa más que muchos minutos de propaganda, en una parrilla que empieza a nivelarse del lado del consumidor. ¿Lo mismo ocurrirá en estas elecciones? ¿Quién se salvará de los comentarios en un escenario donde cualquiera puede opinar? Los Millennials saben muy bien de esto, y por supuesto no espere a que una franja electoral les haga crearse una opinión, ni menos un panfleto porque no lo leerán. Ellos buscan un candidato con características de “youtuber”, nada menos.
Finalmente, hablaremos de la definición del perfil que busca el electorado Millennials para el nuevo presidente. Éste nuevo votante tendrá que ser encantado con propuestas directas y objetivas, que digan relación no sólo con el rápido crecimiento de la economía (esta generación no sabe de ajustes de cinturón), sino además con la armonía con que las nuevas propuestas lleguen de la mano del cuidado del medio ambiente, la responsabilidad social, la equidad de género, la disminución de las horas de trabajo y la armonía animalista. Buscan algo así como un gerente resolutivo con ideas liberales.
Este es el desafío que tendrán los candidatos ante esta nueva sociedad irrumpida por los Millennials. Sociedad que será construida primero con su voto caracterizado por el desapego a las tradiciones y lealtades políticas, continuando con su completa incursión social a medida que estos niños tecnologizados se conviertan en hombres y mujeres con poder y visión del nuevo mundo del que son herederos.