Hay un dicho en inglés que dice “Toda publicidad es buena publicidad,” que quiere decir que no importa si hablan bien o mal de ti, lo importante es que tu nombre esté en la lengua y la mente de las personas. Ese dicho se da mucho durante los escándalos de las celebridades y también durante las campañas políticas. Ningún otro político ha capturado mejor la esencia de ese dicho que Donald Trump. Su caso nos muestra qué tan verdaderas pueden ser esas palabras, considerando que él ha dicho cosas impensables para la mayoría de los políticos, desde amenazas a otras personas y países a cumplidos a mujeres menores de edad, cosas que le darían escalofríos a cualquier asesor político y que alguna vez pensamos que le iba a costar la elección. Pero al final, sus métodos para infiltrar los medios de comunicación y así también las mentes de las personas resultaron exitosos. Y ¿cual es su método preferido para proliferar sus mensajes y llegar a la gente?…Twitter. Trump ha indicado que no hay límite a lo que dirá por esta red social.
Los administradores de Twitter, ya se han dado cuenta del impacto que su sitio puede tener y tienen reglas para controlar el contenido de los tweets políticos, en particular los que contienen propaganda política. En Chile, por ejemplo, este tipo de tweets está permitido, pero tiene sus restricciones.
Twitter formó el Equipo de Colaboración del Gobierno y Elecciones y en 2015 crearon un manual de Twitter para los políticos, The Twitter Government and Elections Handbook, lo cual explica cómo los candidatos pueden usar Twitter efectivamente. La página nueve del manual explica que “La mejor manera de ganar el apoyo de los votantes no es distinto ahora que hace un siglo: un simple apretón de manos y contacto visual… [Twitter] da la posibilidad de un apretón de manos virtual y una conversación de una escala que no fue posible hace una generación. Usando estas interacciones pequeñas y fáciles, oficiales electos y sus electores recuperan algo del contacto significativo perdido a través de los años, y se lo puede hacer desde cualquier lugar.” Entonces puede que Twitter permita a la población una manera de conocer e interactuar con sus candidatos lo que antes no era posible. Y como Twitter es una tecnología relativamente nueva que continúa desarrollándose , también los políticos siguen definiendo cual va a ser el rol de Twitter en sus campañas y servicios.
Entonces, si hay reglas y normas de cómo se debe usar Twitter políticamente, ¿cómo podemos explicar el éxito de alguien como Donald Trump, quien ha abandonado esas guías, y ha hecho su nombre diciendo exactamente lo que otros políticos no se atreverían a decir? Bueno, a lo mejor la respuesta esta allí mismo: se trata de la desconfianza de los políticos que parece ser tan fuerte en los EEUU como en Chile. La subida de los “anti-políticos” como Trump y Sharp, quienes intentan ofrecer una opción fuera de lo común, se trata de una tendencia creciente de correr en contra de las mismas reglas e instituciones que ya han perdido la fe de la gente con escándalos y corrupción. Y Twitter puede presentarse como la herramienta perfecta para estos políticos rebeldes.
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