Para comenzar daré cuenta de dos historias. La primera: hace más de veinte años, un grupo de europeos dedicados a la agricultura que visitaron nuestra zona manifestaban incrédulos “¿el agua de los ríos en invierno se va directamente al mar? ¿no se embalsan?”. No podían entender que ocurriera esto en la región y que por más de ochenta años existieran sólo ideas y eventuales proyectos de embalses los que generalmente se promovían en periodos de elecciones. La segunda: se me hizo saber que, con ánimo de desprestigiar los embalses, en un Diplomado se comentó que en España ya no se construían, y aun cuando esta afirmación es verdadera, la razón es que ya no quedan lugares donde construirlos.
El proyecto de embalse del Río Ñuble, Punilla está pronto a cumplir un siglo de espera. En los últimos siete gobiernos se han realizado todos los estudios técnicos, económicos, sociales y ambientales con resultados positivos y lo único que falta es la decisión de construirlo. Su ejecución tiene un costo de 426 millones de dólares, considerando obras propias del embalse, caminos y puentes, expropiaciones, mitigación y compensaciones ambientales, mejoramiento y adaptaciones de red de canales y una central hidroeléctrica. Se estima que beneficiará directamente a alrededor de 5 mil familias de agricultores, de las cuales más de un 70% son pequeños productores; vale decir, un proyecto eminentemente social que permitirá almacenar alrededor de 540 millones de m3 de agua.
En algún momento estuvimos muy cerca de su construcción. Entre 2010 y 2019 se realizaron todos los estudios necesarios y se contrató a la empresa constructora italiana Astaldi. Desenlace: en febrero de 2019, Astaldi presenta problemas financieros y detiene actividades; en junio, pide compensación de US$170 millones por errores en la capacidad de almacenamiento del embalse. En términos sencillos, la capacidad de almacenamiento definida en las bases de licitación era de 625 Hm3. La constructora detectó el error e informó al Ministerio de Obras Públicas (MOP) en septiembre de 2018 que solo se podían alcanzar 563,9 Hm3, lo que hacía inviable el objeto del contrato. El acuerdo compensatorio del MOP hacia Astaldi fue de 18,8 millones de dólares en marzo de 2021.
En noviembre de 2021, se publica en el diario oficial la nueva licitación del proyecto denominado «Concesión Embalse Nueva La Punilla», que consiste en la construcción, mantención y explotación de un embalse que permita satisfacer la demanda de consumo humano, del caudal ecológico y la demanda de riego, este último con el fin de asegurar y extender el riego en el valle del Río Ñuble. La fecha de entrega de propuestas era hasta marzo de 2022. En junio de 2022, 21 empresas nacionales e internacionales adquirieron las bases de licitación. Después de varias modificaciones a las bases originales la última fecha está pactada para el 4 de agosto de 2023, es decir, más de dos años después de su publicación.
Esperemos no llegar al siglo de espera y que exista un real interés de todos los actores involucrados en apoyar la construcción del embalse para que así, dentro de algunos años, contemos con este tesoro que permita la permanencia y el desarrollo de los agricultores de Ñuble.
Ricardo Pérez Tirapegui