Estos argumentos ya han sido mencionados reiteradamente, y con certeza, no fueron ni serán suficientes. Por lo tanto, como ciudadanos activos, debemos enfocarnos con insistencia en analizar las claves que en un futuro debate nos permitirán adjudicarnos el privilegio de ser región. Y con mayor razón, cuando ya el Gobierno ha mostrado interés en disponer de fondos para estudiar la factibilidad de transformar la Provincia de Ñuble en una nueva Región.
A mi juicio, se deben exponer las “diferencias en la vocación productiva de nuestra provincia”, considerando que es el ejecutivo quien tomará la decisión, podemos basarnos en el criterio que ya utilizó para dividir las provincias en territorios de planificación, en el cual el Gobierno Regional a través de su Modelo de Gestión Territorial, reconoce que: “En la Región del Biobío existen grandes contrastes que generan desequilibrios intrarregionales y la División Político-Administrativa de Comunas y Provincias no da respuesta a las necesidades y requerimientos de desarrollo regional, dado que no tienen que ver con rasgos comunes, patrones económicos, historia común y otros parámetros que le den identidad a la gente que los habita”. Por lo tanto si consideramos las vocaciones productivas como agente unificador, en el caso de la provincia de Ñuble que es principalmente agrícola no puede estar integrada con el resto de las provincias, inclusive el gobierno se beneficiaría ya que la creación de la nueva región estaría alineada con la estrategia de transformar a Chile en una potencia agroalimentaria.
Otro punto importante es que nuestra provincia “subsidia” a todos los habitantes de la Región, en específico, en cuanto a la asignación del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), el cual representa aproximadamente el 65% de los fondos disponibles para la ejecución de proyectos destinados al desarrollo de la infraestructura social, cultural y económica de la región (MIDEPLAN, 2009). Y justamente el 90% de estos fondos van destinados a cada región según indicadores de pobreza y por características territoriales (superficie y la ruralidad), analizando esto, nuestra provincia provoca que el promedio de la región aumente por lo que se le asigna un presupuesto mayor, pero injustamente estos fondos no son distribuidos bajo el mismo criterio al interior de la región, por lo que a nuestra provincia le corresponde un presupuesto mayor que él que disponemos actualmente.
Además, las particularidades de nuestra tierra permiten el nacimiento de sobresalientes personalidades, desde grandes próceres de la patria hasta enormes talentos en la música, pintura, escultura y también en las letras.
En definitiva, el cambio en la División Política Administrativa a través del reconocimiento de argumentos económicos, sociales y administrativos converge hacia el desarrollo positivo de nuestra identidad, y bueno, ¡tenemos el derecho y deber de tomar nuestras propias decisiones![/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]