Según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del trimestre junio- agosto 2024, el mercado laboral de Ñuble presenta un escenario complejo, marcado por un aumento en la tasa de desocupación, que fue de un 11,3% anotando un aumento de 0,9 puntos porcentuales en doce meses, debido a que la fuerza de trabajo aumentó (0,3%), en mayor proporción que las personas ocupadas (-0,7%) y las personas desocupadas aumentaron 9,5%. Este panorama, demanda un análisis profundo y la implementación de políticas públicas efectivas para revertir la situación.
Los factores que subyacen al aumento del desempleo en Ñuble son múltiples y complejos. La contracción de sectores clave como servicios sociales, agricultura y enseñanza, sumada a un incremento de la fuerza de trabajo, generan una mayor competencia por los puestos de trabajo disponibles. A esto se suma la persistente informalidad laboral, que limita las oportunidades de desarrollo y protección social.
La brecha de género también se manifiesta en el mercado laboral, donde las mujeres enfrentan más dificultades para acceder a empleos de calidad. Esta situación tiene implicancias sociales y económicas significativas, ya que un mayor desempleo se traduce en una disminución del ingreso familiar y un aumento de la pobreza y la desigualdad.
Para enfrentar este desafío, se requiere un enfoque integral que aborde las múltiples dimensiones del problema. Me permito entregar las siguientes propuestas, las que se agrupan en cuatro ejes.
Primero, fomentar el empleo y la productividad, con incentivos a la inversión en sectores con alto potencial de crecimiento, promoviendo la creación de clústeres productivos, apoyando a la innovación, simplificando trámites administrativos para la creación de empresas y fomentando la economía social y el desarrollo de zonas industriales. Segundo, implementar programas de capacitación y reconversión laboral adaptados a las demandas del mercado, fortalecer la vinculación universidad-empresa, promover la orientación vocacional, el potenciamiento de incubadoras y de aceleradoras de negocios, junto a la creación de una bolsa de trabajo regional y programas de inserción laboral. En tercer lugar, promover la equidad de género y la diversidad en el mercado laboral, facilitar la conciliación laboral y familiar y combatir la discriminación en todas sus formas. Finalmente, mejorar la infraestructura y conectividad en la región, expandiendo las redes de telecomunicaciones.
La implementación de estas propuestas requiere de un seguimiento y evaluación constantes, así como de la participación activa de los actores sociales, económicos y políticos. Es fundamental generar un consenso en torno a la necesidad de un cambio estructural en el mercado laboral y construir una región más justa y equitativa.
El aumento del desempleo en Ñuble representa un desafío complejo, pero también una oportunidad para impulsar el desarrollo económico y social de la región. A través de un enfoque integral y la implementación de políticas públicas efectivas, es posible generar empleo de calidad, reducir la informalidad y promover la igualdad de oportunidades para todos.
Norberto Hernández Andrade