El viejo Marketing 1.0 centrado en el producto y las ventas, evoluciona al 2.0 preocupándose en comprender al consumidor y que con los nuevos descubrimientos del cerebro en la década de los 90, se sabe que toma sus decisiones desde la emocionalidad por sobre la racionalidad, por lo cual se busca diseñar propuestas de valor que atiendan sus beneficios funcionales y emocionales, para llegar en la actualidad al Marketing 3.0 que se concentra en los valores. El Marketing 3.0 actual juega un rol fundamental en los vinos patrimoniales, puesto que permite identificar los deseos y aspiraciones ocultos que existen en los consumidores de vino en una visión más humana, considerando su inteligencia, corazón y espíritu, valorando su inquietud de ser un aporte en la construcción de un mundo mejor, por lo cual se preocupa de las problemáticas de justicia social, económica y medioambiental. Es en esta dimensión que el Comercio Justo es un tema a abordar en un escenario en que Europa y América tienen un crecimiento significativo de consumidores que demandan estos tres pilares mencionados. En la actualidad la organización internacional más importante que aborda este tema es Fairtrade International, constituida por más de 20 organizaciones (nacionales y regionales), para promover y comercializar los productos justos. En la actualidad son seis mil millones de dólares de transacciones de productos en el mundo que están certificados por FAIRTRADE (ProChile, 2016). Por último, nuestros vinos patrimoniales elaborados con cepas tradicionales, donde destacan la Cepas País, Moscatel de Alejandría, Cinsault – entre otras – tienen el gran desafío de pensar en grande y conquistar los mercados nuevos con un vino con expresión y sentimiento del pasado.[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]
[fusion_builder_container background_color=»» background_image=»» background_parallax=»none» enable_mobile=»no» parallax_speed=»0.3″ background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_webm=»» video_mp4=»» video_ogv=»» video_preview_image=»» overlay_color=»» overlay_opacity=»0.5″ video_mute=»yes» video_loop=»yes» fade=»no» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding_top=»20″ padding_bottom=»20″ padding_left=»» padding_right=»» hundred_percent=»no» equal_height_columns=»no» hide_on_mobile=»no» menu_anchor=»» class=»» id=»»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][fusion_text]En nuestra región, por más de 500 años, se encuentran cepas patrimoniales trasladadas en el tiempo de la conquista por los misioneros con motivo de la celebración de la misa, época en la cual España era un buen productor de uva, escogiendo los misioneros cepas de alta calidad que se adaptaran a nuestro territorio. En el siglo XVIII, este vino llegó a un alto nivel de calidad prohibiéndose exportar vino desde Chile a España por la competencia fuerte a los vinos españoles. Este vino se encuentra en el recuerdo colectivo como Pipeño, que debe su nombre a sus orígenes en que se trasladaba en pipas de roble americano. En la actualidad, la cepa patrimonial fue denominada como Cepa País y existen viñas en la región donde la vinificación es realizada con prácticas ancestrales, de forma sencilla, sin agregar químicos, obteniendo un vino con historia y expresión. El productor de vinos, el francés Louis Antoine Luyt, ha logrado posicionarlo en Japón, Brasil, México, Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Dinamarca y sus esfuerzos se dirigen a lograr que las viñas de uva País se clasifiquen como patrimonio nacional y mundial, se conozcan y se valoren las tradiciones de su producción que comenzaron en Europa y que en Chile se han legado generación tras generación por más de 500 años, de forma sustentable y natural.