La innovación se puede entender cómo el proceso para dar soluciones a una problemática o una necesidad, mediante una idea creativa, que aporte valor agregado a sus grupos de interés. Sirve para cualquier actividad económica o social y no es necesario crecer, pero sí mejorar constantemente, para mantenerse vigente. Puede consistir en encontrar nuevos usos para productos conocidos y puede tener lugar en cualquiera de las fases de una actividad: diseño, producto, formas de comercialización, en servicios, etc.
Además, es abarcable a toda industria. Es tan importante para un banco, una compañía de seguros o un comercio minorista, como para una empresa agrícola o una empresa técnica. Entonces, la innovación no se puede considerar como una función extraña más de lo que se considera a las funciones productivas. No está limitada al planeamiento técnico o a la investigación, sino que se extiende por todos los aspectos del negocio, todas las funciones, todas las actividades.
La mayoría de las innovaciones, especialmente las que tienen éxito, son resultado de una intensa y consciente búsqueda de oportunidades para lograr su ejecución. Así, raramente la innovación proviene de destellos de inspiración, lo que no quiere decir que no sea posible que esto suceda, pero las innovaciones que tienen verdadero éxito son producto de un análisis frío de las oportunidades que se presentan para poder innovar.
Según Drucker (2002, Mayo), existen siete tipos de oportunidades: cuatro fuentes de innovación se encuentran en áreas dentro de la empresa y las otras tres fuera, en su ambiente intelectual y social. Todas tienen un común denominador que es el ser humano, colocado al centro como eje principal alrededor del cual giran las oportunidades.
Esta oportunidad está ligada a los cambios que se dan repentinamente dentro de las sociedades: las modas, nuevas necesidades como cambios de alimentación o de situación económica. También la redefinición de productos se encuentra dentro de esta función y así darle un nuevo valor a aquellos que lo han perdido.
La innovación está ligada a las nuevas tendencias de los personas y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en el entorno. Con esta nueva región de Ñuble han surgido innovaciones sociales como hacer de Chillan una ciudad universitaria, crear un centro de digital e informático, generar nueva infraestructura vial, turística, y de servicios, etc.
Los innovadores saben que en este siglo, los cambios son más rápidos que nunca y en ellos se pueden encontrar oportunidades para innovar, como por ejemplo, en la alta ruralidad de la región. Acá entra en juego aquel juego psicológico de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Cambiar la perspectiva de los habitantes y autoridades en ver los vasos medio llenos puede abrir una gran oportunidad para innovar a nivel regional.
Un nuevo conocimiento en el siglo XXI sin lugar a dudas son los cambios tecnológicos por ello, es necesario estar actualizados en las nuevas tendencias del conocimiento, los nuevos descubrimientos e incluso ser uno mismo el que va más allá de lo conocido. Dentro de esquema se encuentran las mejores oportunidades para innovar y Ñuble debe estar conexión con ello.
Mauricio López Muñoz