Hace más de treinta años, la Asociación de Investigadores de Mercado (AIM) estableció una clasificación socioeconómica de familias en nuestro país, formada por cinco grupos: el denominado ABC1 que representaba a los estratos alto y medio alto, formado por un 10% de la población total del país, luego le seguían el C2 estrato medio alto (20%), C3 estrato medio bajo (25%), D representando a los vulnerables (35%) y E representando a los pobres (10%).
Según estimaciones realizadas por Adimark y basado en datos del censo de 2002, considerando variables adicionales como: nivel educacional del jefe de hogar y la tenencia de bienes, logró estimar que: el grupo ABC1 tenía como características que el ingreso familiar estaba sobre $1.700.000 y equivalía a un 7.2% de la población total del país, el C2 un 15,4% con ingresos entre los $600.000 y $1.200.000, el C3 al 22,4% y sus ingresos entre $400.000 y $500.000, el grupo D un 34,8% y sus ingresos entre $200.000 y $300.000, para finalizar con el grupo E con un 20,2% y sus ingresos eran inferiores a $160.000. Según este mismo estudio en nuestra cuidad de Chillán la distribución de los hogares por grupo socioeconómico era; ABC1(5,8%), C2(14,5%), C3(24,1%), D(34,1%) y E(21,5%).
Considerando los cambios que se han observado en nuestra sociedad, como el aumento de la participación femenina en el campo laboral, la disminución de la natalidad y el aumento de la escolaridad, se agregaron variables como nivel educacional del principal sostenedor de la familia, y se cambió la variable ingreso familiar por el ingreso per cápita, utilizando información entregada por el INE y por la encuesta CASEN, logrando una estratificación que deja fuera el concepto de los percentiles que generaba distribuciones de proporciones fijas y se optó por procedimientos estadísticos como estudios de regresión y análisis discriminante; de esta forma se logró la nueva clasificación que eliminó el grupo ABC1 y creó tres nuevos grupos: AB que corresponde a la clase alta o media alta, C1a clase media acomodada y el C1b que representa a la clase media emergente, dejando el C2 para la clase media tradicional, y el C3, D y E conservaron su denominación. Algunas características del grupo AB es que tienen un ingreso familiar total promedio cercano a $6.500.000, el sostenedor principal de la familia es en un 90% profesional universitario, cerca del 90% tiene tarjeta de crédito bancaria y están en Isapres, en el C1a el ingreso baja a $2.740.000 y cerca del 76% tienen tarjeta de crédito bancaria y están en Isapres, en el C1b su ingreso es cercano a $1.986.000, en el C2 baja a $1.360.000 promedio, en el C3 es $899.000, el D es $562.000 y en el grupo E es de $324.000 promedio.
Los nuevos segmentos se definen usando varias variables para su caracterización, esto hace más complejo entender cuáles son las familias que se encuentran en cada grupo, pero para los organismos estatales permite tener información más actualizada por recibir información periódica entregada por la encuesta CASEN y por la encuesta sobre presupuestos (IPC). Cabe esperar entonces que estos cambios ayuden a tomar decisiones correctas sobre políticas públicas que favorezcan a todos los chilenos.
Celso Vivallo Ruz