¿Han escuchado eso de las habilidades blandas? Soy un convencido que son las más duras de desarrollar. Y son las más complejas de trabajar debido a que exigen de la empresa un convencimiento real de que son activos intangibles necesarios para lograr los objetivos. Y no basta solo con creer, debe estar en la estrategia, requiere de fortalecerse cotidianamente, ser un esfuerzo constante.
En relación a las mal llamadas habilidades blandas, cabe destacar que ha cobrado mucha importancia en los planes de entrenamiento de las organizaciones modernas reconocer y fortalecer los estilos de comunicación; pero, ¿Cuál es la premisa que está a la base de aquello? En la medida que comprendemos nuestra forma de comunicarnos, podemos controlar nuestro comportamiento, y en la medida que conozcamos la forma de comunicarse de los demás podremos conectarnos con los integrantes del equipo desde la conectividad y la empatía. Por ende, asumiendo que vivimos en un entorno organizacional dinámico y desafiante que requiere de competencias flexibles y adaptables, el tema de la comunicación, especialmente de los líderes y jefaturas se torna clave.
En este sentido, la psicología organizacional ha desarrollado una técnica muy poderosa que a través de una metodología simple, precisa y basada en amplia investigación, permite describir y analizar el perfil de comunicación de las personas, y por consiguiente su forma de comportarse, de como responde ante problemas y desafíos, cómo influencia a otros y cómo responde a las reglas. Este informe se llama D.I.S.C y provee una representación visual de cuatro colores, que representan cuatro estilos de comunicación y de comportamiento. Los colores son los siguientes;
Los Rojos: son sujetos extrovertidos, de mucha energía, con habilidad para hacer que las cosas sucedan. Les gusta la autoridad para dirigir y organizar, así como también son positivos, realistas y firmes. Gustan de los desafíos.
Los amarillos: se enfocan en el cambio, son hábiles en construir una visión motivadora e inspiradora del futuro. De características alegres, amigables y divertidos. Se preocupan por tener buenas relaciones. Persuasivos y creativos por excelencia y se motivan mucho con el reconocimiento social.
Los verdes: son personas más bien introvertidas, con habilidad para unir a las personas. Necesitan sentir que contribuye con algo valioso. Se motivan trabajando con otros y a través de relaciones, son escuchadores y de relaciones profundas.
Los azules: también son introvertidos, tienden a aplicar análisis lógico y pensamiento crítico. Suelen hacer preguntas profundas sobre detalles específicos y valoran un ambiente de trabajo tranquilo y privado. Prefieren comunicaciones escritas para mantener la claridad y precisión.
El modelo plantea que no existe un color mejor que otro, que cada uno de nosotros tenemos algo de cada color, pero uno de ellos es el predominante y que en un equipo de trabajo deben estar todos los colores.
La idea, en este tipo de capacitaciones, es promover el autoconocimiento, que los colaboradores se conozcan a sí mismos y con ello reconocer a los demás integrantes del equipo, eso genera confianza y efectividad en las relaciones laborales, por consiguiente en los resultados financieros.
Ahora bien, si cree que la capacitación de este tipo de habilidades es cara, lo insto a que pruebe con la ignorancia.
Y…¿cuál es tu color?