La Organización Mundial de la Salud (OMS)ha declarado que la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19 ha terminado. Este comunicado ocurre a más de tres años del inicio de la alerta, pero aclara que la pandemia no ha terminado. Al analizar lo ocurrido se debe recordar a todas las personas que perdieron la lucha contra este virus y terminaron falleciendo, además de la crisis económica que afectó a todas las regiones del mundo, algunas mejor preparadas que otras, pero que en la actualidad todas sufrieron sus consecuencias. Un hito importante de este periodo de pandemia fue haber logrado una vacuna, la cual generó la esperanza positiva de poder terminar con las restricciones que existían en todo el mundo.
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo a nivel mundial y Chile no ha sido la excepción. La transición abrupta al aprendizaje a distancia fue un desafío tanto para estudiantes como para docentes, y ha dejado al descubierto brechas de desigualdad en el acceso a la tecnología y la educación en línea. Además, muchos estudiantes y docentes reportaron problemas de estrés y ansiedad debido a la presión y a la falta de interacción social que se sintió en el aprendizaje a distancia, siendo una experiencia nueva para todos.
Ahora, con la pandemia bajo control, la educación chilena enfrenta nuevos desafíos. Una de las principales preocupaciones es la falta de recursos tecnológicos y de acceso a internet, especialmente en zonas rurales y de bajos ingresos. Aunque el Estado ha invertido en la implementación de tecnología y conectividad en las escuelas, aún queda mucho por hacer para asegurar que todos los estudiantes tengan acceso equitativo a la educación en línea.
Otro desafío es la recuperación del aprendizaje perdido durante el tiempo en que las escuelas estuvieron cerradas. Los estudiantes que no tuvieron acceso a la educación en línea o tuvieron dificultades para adaptarse al aprendizaje remoto pueden estar en riesgo de quedarse atrás. Es importante implementar programas de recuperación y apoyo para estos estudiantes y asegurarse de que tengan las habilidades necesarias para seguir aprendiendo y lograr nivelarse en sus etapas académicas a la brevedad.
Por otro lado, es importante destacar que la pandemia también ha presentado oportunidades para la educación. El aprendizaje en línea ha demostrado ser una herramienta valiosa para llegar a más estudiantes y permitir la educación a distancia para aquellos que viven en zonas alejadas o tienen dificultades para asistir a clases presenciales. Además, la pandemia ha llevado a una mayor reflexión sobre la importancia de la educación y el papel de los docentes en la sociedad.
En conclusión, la situación actual de la educación chilena postpandemia presenta desafíos significativos, como la desigualdad en el acceso a la tecnología y la recuperación del aprendizaje perdido, pero también presenta oportunidades para mejorar la calidad y la accesibilidad de la educación. Es importante que el Estado, los docentes, los estudiantes y la sociedad en general trabajen juntos para superar estos desafíos y crear un sistema educativo más equitativo y efectivo en el futuro.
Celso Vivallo Ruz