Para lograr muchas de nuestras metas, el dinero está involucrado de alguna u otra forma. En consecuencia, tomar decisiones acertadas en cuanto a nuestro nivel de ahorro y endeudamiento, la elección del medio de pago a usar para cada una de nuestras compras, y la elaboración de un presupuesto de corto, mediano y largo plazo, constituyen parte de nuestras finanzas personales.
El futuro es algo que no podemos conocer con total certeza, lo cual nos inquieta como personas, ya que genera incertidumbre en cuanto a la cantidad de ingresos que tendremos disponibles. Pese a ello, podemos conocer cuáles son las tendencias que poco a poco se van haciendo realidad, y prepararnos para enfrentarlas. En concreto, el mundo digital ha llegado a nuestras puertas, y con el paso de los años tendrá mayor influencia en nuestra vida cotidiana. Y nuestras finanzas no son, ni serán la excepción.
El mercado ha experimentado la aparición de empresas que forman parte de la industria FinTech. En otras palabras, son empresas de tecnología financiera que prestan servicios innovadores. Lo bueno de ellas, es que apuntan a un segmento de clientes que no ha sido completamente satisfecho por la banca tradicional, fomentando la inclusión financiera (Banco Central de Chile, 2017). Las empresas FinTechson variadas: algunas de ellas facilitan el financiamiento colaborativo de proyectos (crowdfunding), permiten el pago móvil y la tenencia de billeteras digitales; otras asesoran en materias de inversión con un enfoque automatizado (robo advisors); y otras más conocidas, proporcionan un medio digital de intercambio (criptomonedas), entre otras.
En Chile, la mayoría de la población aún no conoce los servicios a los que puede acceder con las FinTechen cuanto al manejo de sus finanzas, y en especial, para conseguir fondos para alguna necesidad. Incluso dentro del grupo de personas que conoce estos negocios, hay muchos que aún no se atreven a usarlos y beneficiarse de ellos debido a los riesgos en el uso de plataformas digitales. Esto es todavía más serio considerando la reciente noticia de la filtración de datos de más de 41 mil tarjetas de crédito y débito.
Otra razón por la cual no hay mucha confianza en usar servicios de las empresas FinTechradica en que aún no están reguladas en nuestro país. Como son negocios que se apoyan en plataformas digitales, y que además son heterogéneos, no es fácil encontrar un marco regulatorio efectivo desde un comienzo. Afortunadamente, la asociación de FinTech en Chile ha manifestado su voluntad de que exista regulación (FinteChile, 2019); y además, la Comisión para el Mercado Financiero ha publicado una propuesta de lineamientos generales en esta materia (CMF, 2019).
Inevitablemente, las FinTechllegaron para quedarse, y ya estamos vislumbrando la tendencia para el futuro de nuestras finanzas. Ahora depende de nosotros como sociedad que seamos capaces de aprovechar los beneficios y oportunidades que nos ofrecen estos nuevos servicios, junto con tomar medidas para prevenir y mitigar potenciales riesgos; y además establecer una regulación que entregue seguridad y confianza a los usuarios, pero que al mismo tiempo permita un flujo constante de mayor innovación.
Carlos Delgado Fuentealba