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El auge de las apuestas online en Chile

Las apuestas sobre eventos probabilísticos están tan integradas en nuestra sociedad que incluso alcanzan ámbitos insospechados, como las elecciones papales. Durante el último cónclave, que culminó con la elección del Papa León XIV (Robert Francis Prevost), se registró una intensa actividad en plataformas como Kalshi y Polymarket, donde se transaron cerca de 40,4 millones de dólares en apuestas. A Prevost se le asignaba apenas entre un 1% y 2% de probabilidades de ser elegido. Aun así, quienes apostaron por él ganaron sumas importantes, como el jugador que invirtió 525 dólares y cobró 52.641. Pero, como siempre, la gran mayoría perdió.

Aunque suene sorprendente, apostar en cónclaves papales no es algo nuevo. Ya en el siglo XVI existían registros de este tipo de prácticas. De hecho, en 1591, el Papa Gregorio XIV llegó a imponer la excomunión a quienes apostaran por el resultado o duración de las elecciones papales.

En Chile, las apuestas también tienen su historia. Incluso antes de la llegada de los españoles, ya se apostaba en juegos como la chueca. Sin embargo, el fenómeno ha tomado un nuevo impulso con las plataformas digitales. Hoy, el mercado de apuestas online en nuestro país muestra un crecimiento acelerado y preocupante. Según un informe de la firma Yield Sec, sólo en 2024 estas plataformas —que incluyen apuestas deportivas y juego de azar— generaron ingresos brutos por 3.100 millones de dólares. Más de 5,4 millones de chilenos, es decir, el 29% de la población, interactuó con ellas. Además, tres grandes empresas concentran el 87% del mercado.

El problema es que esta actividad se desarrolla en un vacío legal. Mientras los casinos físicos están regulados, el entorno digital sigue en la nebulosa. La falta de una legislación clara ha permitido que el negocio crezca sin los controles necesarios. Y con su crecimiento, también lo hacen los riesgos.

Uno de los más alarmantes es la participación de menores de edad. Según el estudio “Juventudes y Juegos”, elaborado por el INJUV y la Superintendencia de Casinos de Juego, el 41% de los jóvenes entre 15 y 19 años ha apostado en línea. Además, el 82% ha estado expuesto a plataformas donde otros juegan. Aunque la ley prohíbe estas actividades para menores de 18 años, la facilidad de acceso y la escasa verificación de edad hacen que muchos adolescentes estén jugando sin ningún filtro ni protección.

¿Estamos conscientes del problema que esto representa? Los adolescentes están expuestos a una industria que opera casi sin regulación, sin resguardos eficaces y con un enorme poder publicitario. El riesgo de desarrollar una ludopatía a edades tempranas no es una amenaza lejana: es una realidad que ya está afectando a miles de jóvenes.

Chile necesita avanzar con urgencia hacia una legislación robusta que regule las apuestas en línea, no solo desde una perspectiva económica, sino principalmente desde una mirada social y sanitaria. Asimismo, se requieren campañas de concienciación dirigidas a jóvenes, padres y educadores, que pongan sobre la mesa los riesgos del juego problemático.

Las apuestas online llegaron para quedarse. Pero si no enfrentamos hoy su impacto, el costo que pagaremos mañana -como sociedad— será mucho mayor.

Celso Vivallo Ruz

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