Hace unos días me tocó participar en un almuerzo donde uno de los invitados manifestó su preocupación por el avanzar de la Convención Constitucional. Me preguntó directamente qué pensaba del proceso. Lo cierto, es que antes de responder me surgió una inquietud: ¿qué cambios han sido necesarios para llegar a los primeros acuerdos? Espero al final de esta columna poder responder a esta pregunta.
Los redactores de la carta magna sin duda están concentrados en la construcción de un acuerdo complejo, que invita a una variedad de factores humanos a encontrar un lugar en las bases fundamentales de la construcción de un nuevo acuerdo. ¿Cuáles han sido los desafíos? Pasar de la tensión adrenalínica del liderazgo social en las calles a la deliberación, donde debieron someter sus identidades, culturas y diversidades, a la necesidad de llegar a consensos, en el entendido, que debieron dejar de lado sus reivindicaciones personales por la perspectiva del bien mayor de la nación. Todo lo anterior en dos meses, donde el Ex Congreso Nacional, monumento icónico de la democracia, ha colocado su peso histórico para fortalecer esta perspectiva. Un ejemplo de ello es que tuvo que ser reconstruido después de la guerra civil en 1895.
Dentro de los principales hitos que podemos constatar del proceso, destacaré los que me parecen más relevantes para poder contestar la pregunta inicial. Primero, pasó de ser un movimiento acéfalo a consituirse en una institución democráticamente escogida para seleccionar a sus representantes. Segundo, es destacable señalar que recuperó volúmenes de votación importantes y, por sobre todo, logró involucrar a los más jóvenes. Tercero, se consensuó y se diseñó un mecanismo que permitió garantizar la paridad de género. Cuarto, se aceptaron las normas de la reforma constitucional apaciguando los espíritus refundacionales. Quinto, se logró el apoyo de las instituciones del Estado para garantizar el proceso, tales como la Contraloría General de la República y el Consejo para la Transparencia, entre otras. Finalmente, se logró la aprobación de los diversos textos reglamentarios de las comisiones, lo que es importante para el itinerario constituyente, ya que las comisiones provisorias se dieron el tiempo para recibir, en audiencias públicas, a organizaciones de la sociedad civil que hicieron sus aportes. Es así como las ochos comisiones provisorias de la Convención recibieron más de mil solicitudes de audiencias públicas y, por ejemplo, sólo en la Comisión de Reglamento se realizaron más de cien encuentros.
Ahora, si tuviese que retomar la conversación respondería que estamos viviendo en un tiempo donde al instante se sabe lo que acontece, que generalmente nos quedamos con una primera constatación impactante de un hecho noticioso, y que es a tal punto a veces incompleta y fragmentada que no entrega la verdad desde todas sus aristas. Concluyo que lo que no muestra la instantaneidad es que las diferencias iniciales evolucionan y eso requiere tiempo. Finalmente, espero que los objetivos puedan ser alcanzados, porque la dignidad que fue exigida, ahora, en sus cargos, ellos deben representarla.
Víctor Díaz López