Hace pocos días se tomó la decisión de poner fin a la fundición Ventanas de Codelco, noticia sorpresiva por la orientación del Gobierno y la cautela del Directorio de la empresa por riesgo de paralización, que equivale a un costo diario de US$25-30 millones aproximadamente. Así y todo, Ventanas lleva diez años con pérdidas financieras que alcanzan los US$833 millones.
No obstante, el detonador de esta decisión fue el episodio del ambiental del 6 de junio, donde se registró una medición de azufre del doble de lo recomendado. Lo paradójico, es que Ventanas cumple la normativa medioambiental chilena, con una tasa de captura de azufre de un 95.6% que está lejos de la tasa del 99.9% recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Chile existen siete fundiciones, de las cuales Codelco controla cuatro. La ley medioambiental que las rige comenzó a operar en los años 90, pero fue en el año 2018 cuando se definió el máximo de contaminantes para el azufre. Codelco ha invertido US$195 millones durante cinco años, en medidas medioambientales para Ventanas.
Ahora, ¿qué consecuencias se han generado con la decisión del cierre? A quien compromete es a Enami (ex dueña de Ventanas), que por su rol de fomento deberá seguir comprando a pequeños mineros. También, ahora Codelco debe tomar la decisión sobre dónde va a fundir. Dentro de las alternativas, se encuentra Caletones en la precordillera de la región de O’Higgins porque si envía el mineral al norte puede salir más cara la vaina que el sable. Otra alternativa es separar la refinería de la fundición (parte más contaminante) y enviarlo a China. El problema, es la presión social que neteó la idea con la frase “Codelco no se privatiza”.
¿Por qué es importante desarrollar esta industria? Principalmente, por un tema estratégico. Lo más probable es que se opte por reposición y reubicación, tanto por la necesidad de tener procesos completos para reducir emisiones de CO2 como por conceptos de transporte. Pero ¿por qué esto es tan importante? No sólo por un tema medioambiental, sino porque los principales clientes poseen una orientación a reducir emisiones. Por cuanto, es esperable que en un futuro el cobre verde tenga un mejor precio.
Es importante mencionar que lo sorpresivo de la jornada donde se anunció el cierre fue la discrepancia entre los Ministerios de Minería y Medio Ambiente, o si el cierre fue una decisión del Presidente Gabriel Boric o del Directorio de Codelco. Lo cierto es que este tipo de decisiones son las que toman los Directorios, considerando condiciones de viabilidad, sustentabilidad y rentabilidad, para tomar una decisión sobre el cierre, reposición, tamaño, reubicación, cambio tecnológico y sobre todo generación de valor. Finalmente, son cerca de 350 trabajadores a quienes les fue ofrecido ser reubicados, 50 mil personas serían liberadas de la condición de zona de sacrificio, y permitiría mantener a precios competitivos la principal fuente de ingresos de nuestro país. Héroes o villanos, el presente no debe coartar las decisiones empresariales de futuro si se busca mantener la sustentabilidad.
Víctor Díaz López