“Es normal tener miedo, porque la experiencia es totalmente distinta a lo que uno estaba acostumbrado. Sin embargo, esto también es lo que la hace única, ya que permite conocer nuevos lugares, métodos de enseñanza, y compartir y aprender de personas de todo el mundo”.
Bastó una charla de la Dirección de Relaciones Internacionales (DRI) de la Universidad de Concepción, para que Carolina Muñoz Acuña, alumna de Ingeniería Comercial de la Escuela de Administración y Negocios (EAN) del campus Chillán, tomara la decisión de postular al Fondo de Movilidad Internacional ofrecido por la DRI. Cuatro meses más tarde tomaba el avión que la llevaría hasta Santader, España, para cursar el programa en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Cantabria.
Carolina cuenta que su motivación de postular a la beca en primer lugar fue la idea de estudiar en otro país, y la experiencia cultural y aprendizaje que esto significaba. “Además, pensé que participar de una movilidad internacional podía ser un buen complemento para mi currículum, complementando mi formación académica. Luego, cuando supe que la Universidad de Cantabria en Santander era el destino de la movilidad, investigué sobre ella y el sector donde estaba ubicada, y vi que Cantabria era una zona con una amplia cultura e historia, además de tener una gran conexión con la naturaleza.”
Durante su estadía, que fue desde agosto 2023 hasta febrero 2024 , vivió en la residencia Mi Campus Santander, que está enfocada principalmente en estudiantes universitarios, por lo que posee salas de estudio, gimnasio y espacios de recreación. “Me enteré de ella gracias a las recomendaciones que entrega la universidad en una página web dirigida a estudiantes internacionales”, explica Carolina.
En la Universidad de Cantabria cursó las asignaturas Sistemas de Información, Comunicación Comercial y Consumer Behavior. Además, realizó su trabajo de habilitación profesional con mención en Marketing. “Dentro de las diferencias, me llamó la atención que en España Administración y Economía son carreras distintas, por lo que su formación se limita al estudio de una de estas áreas. Por lo tanto, la carrera de Ingeniería Comercial se me hizo bastante más completa, ya que estudiamos ambas áreas somos capaces de desenvolvernos en ellas, y creo que eso es un gran complemento a las competencias profesionales”, indicó.
También explicó que la metodología de enseñanza no le pareció muy distinta y que incluso algunas asignaturas tenían actividades similares, donde se aprende a aplicar el conocimiento de manera práctica en las áreas que la carrera incluye. En cambio, sí le llamó la atención el ambiente participativo y de trabajo colaborativo. “De hecho, en la mayoría de las asignaturas solo se realizaba una evaluación escrita al semestre, y el resto eran trabajos o participación en clases”, explicó.
De todos modos, se refirió con mucho cariño a su alma mater. “De la EAN me quedo con que su enseñanza tiene un enfoque muy integral, que también fomenta la creatividad y ética profesional. Además, lo que sin duda la diferencia de las demás es el gran ambiente que tiene, con un entorno de aprendizaje muy acogedor y que, más allá de lo académico, aporta al crecimiento personal de sus estudiantes”.
Por último, anima a quienes estén pensando en tener una experiencia de intercambio a no dejarse vencer por el miedo. “Es normal tenerlo, porque la experiencia es totalmente distinta a lo que uno está acostumbrado. Sin embargo, esto también es lo que la hace única, ya que permite conocer nuevos lugares, métodos de enseñanza, y compartir y aprender de personas de todo el mundo. Además, sentir que uno pudo con los cambios y obstáculos que se presentaron en el camino es gratificante también en términos de crecimiento personal”.
Agregó que mientras más se avanza en el proceso las dudas se van despejando y cada vez es más emocionante. “Además, el apoyo de la Universidad y de otros alumnos que también estaban en proceso de intercambio fue muy útil y me ayudó a sentirme acompañada”, finalizó.
Mayo 2024.