En Chile las fiestas patrias han sido por décadas una fecha que logra la unión del país, transformándose en sinómino de fiesta y alegría.
En el mundo empresarial, se esperan los feriados o días libres, la caja de mercadería, la fiesta con empanadas y choripanes y/o el tradicional aguinaldo. Pero entre tantas opciones, ¿es obligación dar un aguinaldo o beneficio económico? o ¿cómo se puede saber cuál dar a los equipos?
El aguinaldo es un beneficio económico que dan las empresas a sus trabajadores para apoyar el aumento de gastos que se produce en este período de festividades. Esta suma de dinero no está establecida por ley para la empresa, es más bien un acuerdo entre privados, lo cual puede estar en convenios colectivos o bien, haberse producido como una obligación tácita según el Código del Trabajo, por ser un hecho reiterado en el tiempo.
Según una encuesta realizada por Randstad, alrededor del 70% recibirá un bono menor a los $90.000, de lo cuales sólo un 34% de las personas lo destinará para pagar gastos de las festividades diciocheras. Lo curioso de este 2024, y a diferencia de años anteriores, es que el 66% restante lo invertirá en pago de deudas, pago de servicios básicos y ahorro; es decir, tenemos chilenos más cautelosos en los gastos y con conciencia del momento económico que vive el país.
A raíz de ello, es bueno preguntarse si es el aguinaldo el beneficio que hoy necesitan los trabajadores. Sabemos que como país estamos atravesando momentos económicos difíciles, con muchos ajustes de carácter legal en lo laboral, altas tasas de inseguridad y, por consiguiente, baja inversión. Es el momento de replantearse qué es lo que genera una marca efectiva en el equipo y si realmente se sabe a quienes se tiene en la dotación o plantilla.
Cuando una organización conoce a su grupo de trabajadores puede generar impacto real, a través de beneficios que se conviertan en inversión y no en gasto; ya que al ser del interés del trabajador se apunta directamente en su compromiso con la empresa y no se genera un gasto por ser sólo un derecho adquirido o por la sola inercia de aceptar lo que se ha hecho siempre.
Los cambios culturales que hemos experimentado en el último tiempo llevan a los negocios a otros niveles, donde la creatividad e innovación van más allá de lo monetario. Si bien aún contamos con personal que espera el bono económico, hay otros que valoran más tener otro día de descanso o bien poder compartir con sus hijos en la presentación del colegio, sin tener que mirar el reloj para volver al trabajo.
Entonces, ¿el 18 es sinónimo de aguinaldo? En aquellos espacios donde funciona y juega como protagonista del real compromiso laboral, se debe intentar mantener. Sin embargo, si ese sacrificio económico no genera un efecto diferenciador con el entorno, es mejor reevaluar y proponer nuevas formas que generen una huella efectiva tanto en los colaboradores como en sus familias, de tal forma de contar con promotores innatos de la marca sin buscarlo, tan solo por ser un empleador dedicado y con real foco en las personas. Hoy los equipos marcan la diferencia y son quienes pueden matar o revivir a una compañía a través de su engagement.
Loreto Novoa Capponi