El 1º de agosto de este año entrará en vigor la Ley Nº21-643, que busca fortalecer las leyes relacionadas con el acoso laboral. Fue aprobada en agosto de 2023 y es más conocida como la Ley Karin. Lamentablemente, su nacimiento nos toca de cerca, ya que se origina tras el suicidio de la Técnico en Enfermería de Nivel Superior (TENS) Karin Salgado Molina, quien sufría de acoso laboral en el Hospital Herminda Martín de Chillán, dejando una carta de despedida donde relataba la situación que vivía en su lugar de trabajo.
Esta ley establece un protocolo de prevención del acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo, obligatorio tanto para las empresas y como para organismos del Estado. Con su implementación, se avanza en el perfeccionamiento de los procesos de investigación y denuncia del acoso sexual, laboral y violencia en el trabajo.
Por lo tanto, se hace indispensable que toda organización, sin importar su tamaño o si es pública o privada, esté preparada para esta implementación, particularmente en el aspecto comunicacional, ya que su ejecución no pasa solamente por cambiar el reglamento interno y establecer el protocolo al que obliga la ley.
Lo primero es dar a conocer a todos quienes integran la empresa las correctas definiciones de acoso sexual, laboral y violencia en el trabajo; de esta manera se evitan las confusiones de conceptos y hay certeza de que todos estén, como se dice coloquialmente, hablando el mismo idioma. Las herramientas comunicacionales para esto pueden variar de acuerdo con el tamaño de la empresa, su número de empleados y el tipo de negocio.
Para organizaciones pequeñas o medianas es recomendable organizar reuniones informativas, reforzadas con recursos gráficos o audiovisuales que se enseñen en los canales en los que los equipos de trabajo estén habituados (correo electrónico, intranet, redes sociales, panel mural, etc). Lo mismo vale para las empresas de mayor tamaño, pero acá el esfuerzo debe ser mayor ya que hay que asegurarse de que la información llegue a todos los trabajadores y se produzca la correcta bajada comunicacional, con los medios que suelen utilizar habitualmente. Es importante que estas acciones estén organizadas y que se realicen al mismo tiempo en todas las áreas de la empresa, para evitar desinformación o sensación de información privilegiada de un equipo frente a otro.
En segundo lugar, se debe dejar perfectamente claro cuáles serán los canales de denuncia, asegurando su confidencialidad y accesibilidad. De nuevo, toda la organización debe saber que pueden denunciar el acoso laboral de forma segura y confidencial, por lo tanto, la promoción de estos canales debe ser oportuna y eficaz y deben considerar un respaldo escrito
Finalmente, la empresa debe hacer eco de la promoción de la igualdad, asegurando que el entorno laboral sea inclusivo y respetuoso, promoviendo una cultura organizacional fluida y con una comunicación adecuada y pertinente. Y por supuesto, la adopción temprana de estas medidas permitirá a las organizaciones estar preparadas para la próxima implementación de la ley.
Paola Zerega Tallia