Sin lugar a dudas, si queremos como país, lograr un desarrollo económico y un mejor bienestar, entonces Chile debe contar con una definida y precisa política económica que pueda generar crecimiento.
Por lo pronto, el crecimiento económico es el incremento de la renta nacional o simplemente el Producto Interno Bruto (PIB), en un cierto periodo de tiempo. Si bien el término desarrollo económico es mucho más amplio, es necesario primero pasar por este proceso de incremento de indicadores ya que contribuyen a la reducción de la pobreza, a la generación de empleo producto de la inversión, al aumento de los ingresos y a la mejora de las posibilidades para la población en situación económica desfavorable. Lo anterior influye directamente en el índice de desarrollo humano, ya que también se ven favorecidas las condiciones de salud y el nivel educacional.
Entonces ¿qué debemos hacer para que nuestro país logre períodos sostenibles de crecimiento? Para empezar, preocuparnos por la estabilidad económica, es decir, con una inflación controlada. Luego, bajar la deuda y estabilizar ojalá muy cerca de cero aquella del déficit público, siendo a la vez eficientes y eficaces con el gasto estatal. Además, se debe incrementar la inversión pública y privada, o por concesiones, apuntando fuertemente a la construcción del capital social básico, caminos transversales, carreteras, hospitales, aeropuertos, puertos, reposición de escuelas, postas, consultorios, desarrollo del transporte. No menos importante es potenciar el desarrollo de las regiones, donde cada zona del país debe preguntarse cuál es su ventaja comparativa y ponerse en acción. Asimismo, se debe estudiar y proponer un nuevo sistema de regulaciones para iniciar actividades económicas, que debe estar pensado en factores ambientales simples y eficientes. Lo anterior debe ir aparejado con la mejora del nivel educacional de prebásica, básica y media, junto con potenciar el desarrollo, ojalá en términos duales junto a la empresa, de los liceos industriales.
Últimamente, nuestra historia reciente en datos de crecimiento no ha sido la mejor. Entre 2014 y 2023 Chile ha crecido en promedio 1,9% al año, cifra muy baja si la comparamos con el 4,8% entre los años 2004 y 2014. Además, las proyecciones futuras tampoco son atractivas. Según el Ministerio de Hacienda, el país registrará este año un crecimiento de 2,5% en tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI), proyecta que será más cercano al 2%.
Los países que no crecen suelen tener características reconocidas, como por ejemplo, mercados poco dinámicos y desconectados del mundo, bajos niveles de educación e innovación, alta concentración productiva de recursos naturales, poca seguridad en controles migratorios y el control delictual tradicional, justicia con ciertos niveles de corrupción y actitud de baja gestión y negligente de sus autoridades políticas.
Afortunadamente, Chile tiene experiencia y ya ha demostrado buenos índices de crecimiento en el pasado. Con la fuerza y voluntad de todos ¿se podrán lograr nuevamente?
Froilán Quezada Quezada