Existen algunas decisiones difíciles de entender, como que el embalse Punilla, un proyecto tan importante para la región y para el país, no se considere como una prioridad nacional y lleve casi 100 años en espera. Deseo que efectivamente se cumpla el plazo vigente de recepción de ofertas técnicas y económicas para abril y mayo del año 2024, plazo que se ha extendido desde noviembre de 2021, en la cual 21 empresas han adquirido las bases de licitación para su construcción.
Es necesario hacer entender a las autoridades y, en general, a la ciudadanía, que este proyecto es eminentemente social, fundamental para la situación actual del país y en general del planeta, donde el cambio climático, la crisis alimentaria, la crisis hídrica, y las crisis política y social están provocando cambios radicales en la forma de vida de las personas.
¿Por qué el embalse Punilla es un proyecto social? En primer lugar, asegura el riego directamente al menos a 5.000 familias de agricultores, de las cuales más de un 75% son pequeños productores agrícolas que poseen más de 60.000 hectáreas (has).
Luego, incorpora 10.000 has. nuevas de riego, producto del aumento de caudal y de la disposición de parte de los propietarios actuales de los derechos de agua de socializar los beneficios de dicho aumento de caudal.
Por otra parte, la incorporación del total de superficie bajo riego permite el desarrollo integral del sector silvoagropecuario, generando empleos permanentes y un efecto multiplicado de la economía regional (desarrollo empresas de insumos, transporte y servicios).
Además, la misma construcción del embalse permite también desarrollar la zona, generando nuevos empleos e infraestructura.
Considerando que Chile se consume todos los recursos del año en el mes de mayo, se torna muy necesario contar con las actuales superficies de cultivo y en lo posible ampliarlas. El Estado debería propiciar la producción agrícola, mejorar e incorporar suelos, optimizar sistemas de riego, mejorar la cantidad y calidad de aguas y prepararnos para el cambio climático que cada vez genera más climas extremos.
Otro factor favorable es que se genera un cuerpo de agua permanente que permite el desarrollo de la biodiversidad y permite el desarrollo del turismo en la zona, por ende, genera nuevas fuentes de trabajo.
Si se toma en cuenta el cambio climático y el aumento de precipitaciones con isotermas altas, como las ocurridas recientemente, el embalse Punilla permitiría regular los caudales de los ríos, disminuyendo la probabilidad de desbordes y el anegamiento de zonas urbanas. A la vez permite el control de incendios forestales al contar con un cuerpo de agua de 625 millones de m3.
Finalmente, se contempla la construcción de una central hidroeléctrica que alcanzaría a los 525 GWh, como promedio anual y una capacidad de 94 MW, la cual se encuentra considerada dentro de la matriz energética de Chile como una generación de energía limpia.
Esperemos que estas razones permitan a las instituciones estatales y la ciudadanía a apoyar este impostergable proyecto de embalse y así, dentro de algunos años contemos con este tesoro que permita la permanencia y el desarrollo de los agricultores de Ñuble.
Ricardo Pérez Tirapegui