Durante la semana recién pasada se aplicó por primera vez la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), en reemplazo de la antigua Prueba de Selección Universitaria (PSU). Como sabemos, en Chile la rendición por parte de los aproximadamente 275 mil estudiantes inscritos es un requisito indispensable para acceder a la educación superior.
Con el objeto de lograr que la adaptación al cambio de la PSU a la PAES fuera gradual, se optó por una etapa de transición de dos años, antes de contar con un instrumento definitivo, periodo en el cual los estudiantes debieron rendir la llamada Prueba de Transición (PDT).
¿Cuáles son los cambios más importantes que se advierten en la nueva prueba?
Primero, existen pruebas obligatorias (Competencia Lectora y Competencia Matemática 1), pruebas electivas (Ciencias e Historia y Ciencias Sociales), y la Prueba de Competencia Matemática 2, que no se encuentra categorizada aún. En algunas carreras es exigida solo su rendición, así como en otras se exige su rendición y puntaje.
Segundo, se flexibilizan o eliminan por completo algunas restricciones, por ejemplo, el número de carreras a las que se puede postular aumenta de 10 a 20; se elimina la exclusión por preferencia y el número máximo de postulaciones a una determinada institución.
Tercero, el énfasis del nuevo instrumento está puesto en “saber hacer”, más que en solo “saber”. Es decir, se miden competencias más que el mero conocimiento. Esto queda en evidencia al revisar una de las formas del instrumento, entre otras que se encuentran publicadas en el sitio web del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE), organismo técnico de la Universidad de Chile que está a cargo del proceso. En el caso de la prueba de Matemática 1, se aprecia una clara tendencia en relación a la forma de las preguntas. Muchas de ellas se plantean en contextos aplicados y una cantidad mínima son preguntas más directas.
Cuarto, la nueva escala de 100 a 1000 puntos, en lugar de 150 a 850 puntos, en cada una de las pruebas que componen la PAES. Este cambio ya viene implementándose desde la PTU de invierno de este año y la metodología utilizada para el cálculo del puntaje consiste en aplicar una transformación lineal a las habilidades estimadas de los estudiantes, usando un modelo de la Teoría de Respuesta al Ítem (con la que se obtienen instrumentos de medición con propiedades invariantes entre poblaciones), permitiendo de este modo hacer una distinción más fina entre quienes rinden una determinada prueba y también comparar adecuadamente los puntajes de una misma prueba, por ejemplo la de Competencia Lectora, pero aplicada en oportunidades distintas.
Finalmente, para la tranquilidad de quienes acaban de rendir la PAES, podemos afirmar que el puntaje obtenido en alguna de las pruebas que componen la PAES, no depende del puntaje que haya obtenido el grupo con el que rindió dicha prueba, porque ya no se utilizará la normalización como mecanismo para el cálculo del puntaje. En el fondo, mi puntaje depende solo del número de respuestas correctas que tuve (dependiendo de mi propia habilidad), y del grado de dificultad de cada pregunta, que se encuentra previamente calibrada.
Carlos Figueroa Moreno