En los próximos días el gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley para proponer un nuevo reajuste al monto del ingreso mínimo mensual. La ley Nº21.360 publicada en el diario oficial el 12 de julio de 2021 estableció que a partir del primer día de este año se debía producir un incremento en el ingreso mínimo vinculado al IMACEC desestacionalizado. Si la variación de este índice, desde mayo a noviembre de 2021 fuese menor al 3%, el ingreso mínimo debía subir a $345.000, de lo contrario, subiría a $350.000. Como la variación del IMACEC fue de 6,77% se decretaron los montos a partir de enero de este año quedando de la siguiente forma: Ingreso Mínimo Mensual $350.000 para trabajadores mayores de 18 años y hasta 65 años, $261.092 para trabajadores menores de 18 años y mayores de 65 años.
Cuando se analiza el ingreso mínimo mensual de los trabajadores, se discute bastante sobre los efectos que podría tener en la economía del país, pero en lo que sí pareciera haber consenso es en su bajo nivel y que se debería aumentar. En estas discusiones sobre el ingreso mínimo suele analizarse el promedio de los ingresos, que es una medida estadística que entrega muy poca información de los datos y que se ve afectada por valores extremos. Esto significa que, si una persona tiene un ingreso muy alto hace que el promedio suba, quedando claro que esto ocurre en nuestro país. Según información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el ingreso laboral promedio de la población ocupada en el país fue de $635.134 neto mensual en el 2020, mientras que el ingreso mediano fue de $420.000 al mes; esto significa que el 50% de los trabajadores recibe un ingreso menor o igual a $420.000 y la otra mitad de los trabajadores recibe una cantidad mayor o igual a ésta. Entonces podemos deducir que el promedio de ingresos de $635.134 es mayor a la mediana porque existen personas con ingresos muy altos que hacen subir la media aritmética por sobre la mediana. Esta característica de la distribución de los ingresos se mantiene si observamos los datos separados por género. Durante 2020 los ingresos medio y mediano de los hombres se ubicaron en $692.289 y $450.592 respectivamente, mientras que en las mujeres estos alcanzaron los $551.327 y $400.000 respectivamente; además de mantenerse la mediana por debajo del promedio, podemos observar que las mujeres tienen estos indicadores más bajos que los de los hombres, resultando en un desmedro para ellas.
Una forma de entender mejor lo que significa que el promedio sea mayor a la mediana, es analizando los ingresos por tramos. El tramo de $300.000 a $400.000 concentró un 18,4% de personas ocupadas, mientras que los tramos de $400.000 a $500.000 y de $200.000 a $300.000 concentraron un 13,3% y 10,3%, respectivamente. Pero un 17,1% recibió ingresos mayores a $1.000.000 y solo un 1,9% percibió ingresos mayores a $3.000.000. Dicho de otra forma, pocas personas reciben ingresos altos y muchas reciben ingresos bajos.
Además de las diferencias que existe en los ingresos de los trabajadores, también las hay por región. Por ejemplo, Antofagasta, Magallanes y Metropolitana duplican los promedios de las regiones de La Araucanía, Los Lagos y Ñuble.
Celso Vivallo Ruz