En esta pandemia, cada familia está buscando la manera de satisfacer sus necesidades financieras. Bajo este contexto, podemos identificar tres tipos de familias. Primero, aquellas cuyos ingresos no se han visto alterados debido a la posibilidad de realizar trabajo remoto. Segundo, familias que han sufrido una reducción parcial de sus ingresos debido a reducciones de jornadas de trabajo y/o ingresos por venta. Tercero, y más preocupante, son familias cuyos flujos de ingresos autónomos han sido cortadas, dependiendo sólo de transferencias del Estado y endeudamiento pasivo. Ante dichas realidades, entregaré algunos tips de gestión de finanzas personales para enfrentar mejor esta crisis sanitaria y desarrollar planes de contingencia luego de que ésta termine. Debo señalar que varios de los consejos mencionados provienen de anuncios de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
En primer lugar, ¿qué haremos con nuestras deudas actuales? Hay facilidades para que las familias puedan reprogramar y/o refinanciar créditos con mejores condiciones. Para ello, es importante cotizar diversas opciones y modificar montos, cuotas y plazos según nuestra capacidad de pago. Respecto a las deudas con tarjetas de crédito, si bien se están reduciendo los montos de pago mínimo (y en algunos casos llegando a $0), se recomienda pagar el monto mensual facturado o una cifra lo más lejana posible al pago mínimo. Si una persona paga solo el mínimo, la deuda no se reducirá, sino que se acumularán intereses a una tasa más alta que la cargada al total de facturación.
En segundo lugar, ¿cómo podemos endeudarnos para suplir nuestros ingresos faltantes? Se debe comenzar realizando un presupuesto con los gastos mensuales necesarios. Es posible que el nivel de egresos de una familia sea menor producto de las restricciones (menor gasto en transporte, entretención, esparcimiento, etc.) lo cual sería un aspecto favorable, financieramente hablando. Luego, se contrastan los gastos con el ingreso actual, y amplificado a los meses estimados de menores ingresos, se puede calcular un monto de crédito a solicitar. Posteriormente, se recomienda cotizar en más de una institución, para elegir la más conveniente.
En tercer lugar, ¿cómo nos preparamos para futuras contingencias luego que termine la pandemia? Pienso que el coronavirus nos está dando una lección respecto a cómo hemos estado gestionando nuestras finanzas. Tenemos que desarrollar una cultura de ahorro. Esto no significa solamente pensar: “ahorraré cuando pueda”, sino que vas más allá: “el ahorro será otro ítem de mi lista de gastos en mi presupuesto”. Expertos recomiendan crear un fondo de ahorro de emergencia que pueda suplir más de un mes de ingresos ante eventualidades desfavorables. Aunque es verdad, a muchas familias nos les alcanza su ingreso para suplir todos los gastos mínimos de subsistencia. Dado ello, es importante educar financieramente a los y las jóvenes antes que inicien su etapa de recepción de ingresos propios.
Finalmente, deseo que ustedes y sus familias mantengan bajo cuidado su salud física, emocional y financiera.
Carlos Delgado Fuentealba