Si las circunstancias lo permiten, después de haberse pospuesto ya dos veces a raíz del llamado estallido social que se vive en el país, aproximadamente 300 mil estudiantes rinden entre hoy y mañana la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en los distintos locales habilitados a lo largo de todo Chile.
La PSU es un requisito indispensable para el ingreso a la educación superior y es parte del Sistema Único de Admisión (SUA) al que están adscritas 41 universidades.
Aunque las pruebas, en un sentido amplio, son instancias muy necesarias que permiten conocer nuestras capacidades y límites en algún ámbito en particular, como el deporte o las ciencias; la PSU ha sido objeto de muchas y variadas críticas, desde su primera aplicación el año 2004, las que apuntan fundamentalmente a la segregación que provoca, dejando en evidencia las amplias brechas que existen entre estudiantes que provienen de un colegio técnico-profesional y uno científico-humanista o entre colegios municipalizados, colegios particulares subvencionados y colegios particulares pagados. Por otra parte, algunos critican que el SUA no contemple otras opciones complementarias consideradas muy necesarias en algunos casos, como una entrevista, una prueba especial o un portafolio; salvo muy pocas excepciones.
La verdad es que, con algunos matices obviamente, muchos países utilizan pruebas estandarizadas en sus procesos de selección de estudiantes para la educación universitaria (Brasil, España, Finlandia, EUA, Francia); y quienes no lo hacen, como Argentina por ejemplo, tienen altísimas tasas de deserción de estudiantes, una vez que ingresan (aproximadamente el 70% de los que ingresan, no se gradúa).
Aunque las autoridades han llamado a la calma y han asegurado que se han tomado todas las medidas para asegurar que no habrá problemas, la ciudadanía y los propios estudiantes, tienen dudas con respecto a este punto, puesto que la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), solicitó hace solo unos días atrás, suspender la aplicación de dicha prueba, argumentando la necesidad de implementar un “método de admisión de emergencia social”, que no especifica en qué consiste, pero propone que sea desarrollado por las comunidades educativas y los propios estudiantes, sin Notas de Enseñanza Media (NEM) ni ranking y naturalmente… sin PSU. Me pregunto qué otro factor se podría considerar, si no son las notas de Enseñanza Media y/o el ranking del alumno, relativo al colegio de donde egresó.
Mi recomendación para quienes rendirán la PSU es agua fría y cabeza fría para enfrentar un importante reto, tal vez la última PSU en la forma que la conocemos hasta ahora, puesto que hay cambios importantes que se implementarán gradualmente desde la aplicación del proceso de admisión 2021, que apuntan a resolver en parte los problemas que enfrenta, poniendo más énfasis en la medición de habilidades que en la medición de conocimientos: incorporación de prueba de Competencia de Escritura y el Cuestionario de Habilidades Transversales (una gran novedad), modificación de las pruebas de Lenguaje , Matemática y Ciencias, las que serán reemplazadas por la prueba de Competencia Lectora, la de Competencia Matemática y la de Competencia Científica.
Carlos Figueroa Moreno