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Programa educativo "Desechos marinos y contaminación ambiental por plástico" vivió su ceremonia de cierre

Con un acto en el auditorio del edificio ex-Emprendo de la Universidad de Concepción se puso fin —por este año — al programa educativo «Desechos marinos y contaminación ambiental por plástico», iniciativa que estuvo a cargo de la ONG Environment for Development, EfD, y que contó con el apoyo de la UdeC y la UBB.

La docente Marcela Jaime, quien se desempaña en la Escuela de Administración y Negocios UdeC Campus Chillán, explicó que «la idea detrás del proyecto era evaluar el efecto de un programa de educación ambiental aumentado con información normativa en el conocimiento, percepciones y prácticas de los niños y niñas beneficiados directamente a través de este programa; pero también ver los efectos indirectos de este programa en sus padres».

Cabe recordar que EfD es una red global de centros de investigación de economía ambiental que contribuye a la gestión efectiva del medio ambiente a través de la investigación aplicada, el desarrollo institucional, la capacitación académica y la interacción de políticas. Con su apoyo y con el de la Seremi de Medio Ambiente del Biobío se desarrolló este programa en la región.

Por su parte, la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo UdeC, Dra. Andrea Rodríguez Tastets, alabó la excelente iniciativa. «Tenemos que ponernos a tono en esto. Chile es un país con una gran extensión marítima, por lo tanto, creemos que la educación es la base fundamental para el desarrollo sustentable y qué mejor que partir con la educación primaria escolar, en la cual se enseña a los estudiantes, se les da materiales y se les hace ver qué efectos tiene el plástico en los océanos».

En tanto, el seremi de Medio Ambiente de la Región del Biobío, Mario Delannays Araya, destacó dos aspectos, «uno es el tema medioambiental y sus distintos componentes y variables, y por otro está la educación medioambiental. Sin duda, parte de lo que tenemos que corregir ahora —y asegurar su crecimiento— debe ir de la mano de la educación ambiental, sobre todo cuando uno trabaja en la educación temprana con las nuevas generaciones. Eso nos permite asegurar e ir sembrando algunos conceptos claves para los niños y niñas, que son quienes finalmente van a producir el factor de cambio».

Desarrollo del programa
Marcela Jaime detalla que «con base en cierta literatura más de psicología vimos de qué manera se podía dar este lado más normativo a la información que se les entregaba a los niños. Luego, desde septiembre del año pasado, con la Seremi empezamos a trabajar en lo que sería el diseño y la aplicación del programa. Contactamos desde finales del año pasado a las escuelas, de manera que desde el inicio del año académico —en marzo— fuesen entonces aplicándose estos contenidos acompañados de una encuesta de inicio y de cierre».

Con respecto a los resultados, aún no se tienen, lo que se debe a que no se puede tocar la información hasta que no se termine el proceso de muestreo, y por la contingencia, hay tres colegios que postergaron su finalización del programa para marzo. Finalmente, en referencia a la extensión, Jaime explicó que «por recursos, el programa termina acá; pero la idea de nosotros es tratar de poder conseguir fondos para, por lo menos, poder aplicarlos en una cohorte más. En lo que sí estamos muy interesados es que después de al menos uno o dos años de la aplicación del proyecto, tratar de volver a los mismos niños y niñas que fueron tratados ahora y ver cuáles son los efectos a más largo plazo en sus conductas», finalizó.

Texto: Panorama UdeC

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