¿Sabías que cada viaje en avión desde Europa genera la misma cantidad de gases de efecto invernadero que una persona promedio en TODO un año de actividades normales? La industria aérea es, por lejos, la más contaminante en los viajes, generando hasta el 90% del total de las emisiones.
Es por esto que grandes marcas, como la gigante holandesa KLM, están impulsando campañas que desincentivan el uso del avión. Se promueven tres medidas: evitar derechamente los viajes reemplazándolos por video conferencias; cambiar el uso del avión por el tren en distancias bajas y medias; y finalmente, si de todas maneras se debe realizar viajes de largas distancias, neutralizar la huella de carbono para compensar las emisiones.
No sólo las empresas están promoviendo el uso consciente de los aviones, también las nuevas generaciones se están cuadrando con el medio ambiente. Ya es posible apreciar una tendencia incipiente en el norte de Europa con una disminución del 3% en los vuelos. Es tan así que Greta Thunberg, la niña sueca que ha desafiado a los líderes de la ONU con su famoso discurso ambientalista, ha declarado que no viajará más en avión y su invitación a la cumbre climática COP25 a desarrollarse en Chile en diciembre de este año está en duda. Esta tendencia incipiente podría parecer inocua, sin embargo, quienes estamos en turismo debemos estar atentos a esta amenaza y buscar la manera – ojalá – de transformarla en una oportunidad.
Si vemos el ingreso de turistas a Chile, hemos tenido una caída estrepitosa del 11,3% en 2018 y un 23% en lo que llevamos de este año según los datos aportados por SERNATUR. Considerando que habíamos tenido un aumento sostenido interanual del 10% en los últimos 9 años, esta caída es dolorosa para el sector. Sin embargo, se puede explicar por la baja del 47% en el arribo de turistas argentinos en lo que va del año, producto de la crisis macro-económica que está afectando a nuestros vecinos.
Como ya he comentado en otras columnas, el turismo es una de las actividades económicas más importantes a nivel mundial, no sólo porque representa el 7% del total de las exportaciones, si no porque genera una enorme cantidad de empleo. Se estima que uno de cada diez puestos de trabajo en el mundo está relacionado con el sector de viajes y turismo.
Así como la recesión económica de nuestros vecinos nos ha pegado fuerte, la tendencia de no realizar viajes largos aún no nos afecta. Sin embargo, considerando lo importante del turismo para el desarrollo local de los territorios y la economía del país, veo muy relevante que se unan los esfuerzos públicos/privados que permitan desarrollar un sector que teniendo mucho potencial, históricamente no hemos sido capaces de llevarlo al siguiente nivel. Es más, considerando que los diagnósticos ya están bastante claros y pasan principalmente por la absorción tecnológica, el trabajo colaborativo y la diversificación de la oferta, es necesario ponerse manos a la obra y realizar los planes de acción definidos, poniendo los recursos necesarios sin esperar retornos rápidos porque los destinos se construyen trabajando unidos para hacer crecer la torta, y no pelearse por un pedazo.
José Coloma Canales