La innovación tecnológica en la industria financiera no es algo nuevo, probablemente es de uso común de muchos de nosotros los cajeros automáticos y la banca online, sin embargo, y por distintos factores, hoy los cambios son mucho más rápidos y disruptivos. En este escenario aparecen las criptomonedas, que en términos generales y sencillos, son monedas virtuales, que permiten operar desde diversas partes del mundo y con las cuales se pueden realizar transacciones sin la necesidad de intermediarios como el banco y de manera anónima. La primera de ellas nació el año 2009, en manos de un grupo de autores bajo el pseudónimo Satoshi Nakamoto, siendo hoy la criptomoneda con mayor uso y reconocimiento mundial: el Bitcoin. Un aspecto interesante del bitcoin es el blockchain, que es, en simple, una base de datos donde está la contabilidad de todas las transacciones históricas y actuales de bitcoins, el cual es considerado seguro porque tiene la particularidad de no depender de ninguna persona ni organismo, sino de miles de computadores alrededor del mundo que chequean la información en torno a una transacción y guardan datos, como el monto, la fecha, la cuenta bitcoin de origen y la de destino de dicha transacción.
En la actualidad, las criptomonedas, en particular el bitcoin, está siendo una nueva, innovadora y cada vez más masiva forma de realizar compras en diferentes partes del mundo, sumando a empresas como Microssoft, Subway, PayPal, y alrededor de 45 empresas en Chile que hoy aceptan como medio de pago la moneda virtual. Sin embargo, alrededor del 70% las utiliza más bien como medio de inversión o especulación.
Nuestro país no se ha quedado atrás en la materia, hoy en día existen dos criptomonedas de origen nacional: la “chaucha” y la “luka”, las cuales son convertibles en bitcoins. Y en materia de regulación, sin duda ha presentado un desafío y más de algún dolor de cabeza para las autoridades, pues si bien han sido categóricos al mencionar que las criptomonedas no son consideradas como monedas, pues no tienen el reconocimiento legal como tales, sí son reconocidas por el servicio de impuestos internos como “activos monetarios pactados entre particulares” por lo que al producir estas un aumento del patrimonio, quedan expuestas a la ley de la renta. Aun así, el tema regulatorio en este ámbito es una tarea pendiente en Chile.
A pesar de los beneficios que ofrecen las monedas electrónicas, existen también algunos riesgos asociados a su uso, como por ejemplo que su precio se fija principalmente por el libre juego de la oferta y la demanda, lo que puede provocar grandes fluctuaciones en su valor, como le ocurrió al bitcoin el año 2017, además, hay quienes acusan a las criptomonedas de facilitar actividades ilícitas como el lavado de dinero o el tráfico de drogas, dado que mantiene el anonimato de quienes realizan las transacciones.
Al parecer, considerando ventajas y riesgos adjuntos, esta nueva forma de pago puede llevarnos a cambiar la manera de hacer negocios, eliminando intermediarios, disminuyendo costos, y logrando mayor eficiencia; incluso, hay quienes como Robert Kiyosaki, conocido empresario, inversionista y escritor de obras como Padre rico, padre pobre, que se atreven a decir que las criptomonedas son el comienzo de la despedida del dólar como moneda de cambio internacional.
Paulina Ceballos Garrido