El año 2017 ha recorrido casi el 60%. Hemos sido testigos de situaciones en los ámbitos políticos, económicos, ideológicos, entre otros, que se han “tomado” la agenda informativa.
En este sentido, cabe observar que, tendemos a abstraer la relación que existe entre cada acción y la(s) persona(s) que la(s) ejerce(n), es decir, las cosas no se hacen solas.
Solo por nombrar algunos en julio, en el ámbito político: las primarias y las carentes muestras de deferencia entre determinados candidatos como también las interesantes propuestas de otros; el caso SENAME y la responsabilidad lamentablemente asignada solo a una persona, por “cuidar” la tenencia del sillón presidencial (anterior, actual o futuro).
En lo económico: un bajo crecimiento del Indicador de Actividad Económica (IMACEC, 1.3%), una Variación de IPC negativo (-0.4%, su menor nivel en 4 años), y, la intervención o no del Banco Central en la Tasa de Política Monetaria (TPM) para revertir el punto anterior; hasta vimos un mea culpa del Ministro de Hacienda por la implementación de la Reforma Tributaria. Dicho sea de paso, el referido Ministerio se reunió el lunes 10 de julio con la Comisión del Senado pertinente determinando un recorte de un 5% por rubro para el Presupuesto Nacional 2018 por el bajo crecimiento proyectado.
Finalmente, cómo olvidar los buses: de “un color” y el de “varios colores”, imponiendo sus ideologías con argumentos constitucionales.
Estas situaciones generan reacciones de toda índole, sin evidenciar sensatez, cordura, respeto y/o tolerancia entre las partes y aceptar la existencia del “yo” de otros…el medioevo ya es historia, los temas se discuten, no se imponen.
Con todo el derecho a comentar estos y otros temas, ¿cuál es el actuar nuestro en los círculos a los que pertenecemos?, ahora bien, si estos temas son “nacionales”, ¿qué hacemos (o dejamos de hacer, sabiendo) en nuestro día a día frente a lo que percibimos como correcto o no?
Frente al escenario local y la futura Región de Ñuble (XVI), ¿cómo abordaremos la “reflexión del vivir y convivir humano desde el respeto mutuo y desde los fundamentos de la palabra expresada”? (Maturana, H. 2017)
Cada quien quiere imponer su “ismo” y eso niega o excluye, los hechos son producto de nuestras acciones y palabras. Haciendo una alegoría, si está oscuro veremos nada, si hay luz veremos, no obstante, las cosas siempre han estado allí, la realidad es.
Así también, existe una realidad local con necesidades y proyectos por iluminar, depende de la voluntad modificar en el respeto mutuo su visibilidad y dialogar con bases técnicas y viables por parte de quien(es) corresponda con quien(es) corresponda.
Considerando que todo tiene su ritmo, sus periodos de avances y retrocesos, se hace necesario integrar a toda nuestra comunidad en mesas de Trabajo. Cada junta vecinal, asociación gremial, grupo ligado a las artes, la academia, partido político o entidad a fin, sin exclusión alguna, se reúna en una instancia de participación ciudadana ordenada, consensuada y con un programa de trabajo que permita construir junto a las autoridades, por el bien general de la comunidad y la inclusión, la región que queremos.