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La vacuna deseada

La historia de las vacunas se remonta a la época de la viruela. El primer registro que se tiene de intento de inmunización es de 1796 cuando en el Reino Unido un médico realizó un experimento con un niño de ocho años y logró inmunizarlo contra esta enfermedad. Pasaron cien años para que el científico Louis Pasteur demostrara que, al infectar seres humanos con gérmenes debilitados, se logra crear defensas contra el virus. De esta forma nace la vacunación como un método que permite proteger a la especie humana de ciertas enfermedades.
A fines de diciembre de 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibe informes de una neumonía provocada por una nueva cepa de coronavirus y de esta forma comienza la actual pandemia provocada por el Covid-19. En Chile, el 3 de marzo se detecta el primer caso, 15 días después se decreta estado de excepción constitucional y así comienzan los cambios en nuestras formas de vida. Los meses han pasado y tenemos más conocimiento de la situación a un año del inicio de esta pandemia. Como consecuencia, en nuestro país se han contagiado más de medio millón de personas, lo cual representa aproximadamente un 3% de la población total, y la cantidad de fallecidos supera los 15.000 casos.
La esperanza de mejorar esta situación está centrada en la aparición de una vacuna que sea capaz de inmunizar la población mundial. Las vacunas que están en proceso de aprobación por las entidades respectivas de cada país son varias y con diferentes características en sus procedimientos de aplicación. Pero ninguna ha sido probada en una muestra estadísticamente representativa como para tener conclusiones que permitan saber su verdadero nivel de eficacia. Las vacunas en la actualidad se encuentran en etapa de muestreo y en varios países, incluido Chile, se aplican a personas voluntarias que desean ser parte de la muestra que sigue en formación, pero, producto de la crisis, se han acelerado los tiempos para otorgar licencias y autorizar vacunaciones masivas.
Según los últimos acontecimientos y considerando los tiempos requeridos para certificar una vacuna, lo más cercano a una primera vacunación en los países dueños de éstas sería un mes, y los vacunados deben recibir más de una dosis antes de ser declarados inmunes al virus. Con la infraestructura que tienen ellos podrían vacunar a una mayoría de su población en un plazo no menor a seis meses por lo que, en consecuencia, la llegada de la vacuna a nuestro país debería ser posterior a la fecha en que comience a aplicarse en los países pioneros.
Con todo lo anterior es razonable pensar que seguiremos en las condiciones actuales por lo menos durante el primer semestre de 2021. Debemos entender que la existencia de una vacuna no nos deja libre de contagiarnos, así que nos corresponde esperar un proceso largo de vacunación e inmunización de la población, por lo tanto, no debemos crear falsas esperanzas a corto plazo que puedan provocar una sensación de término de la pandemia en un sector grande de la población, que lo único que lograría es una nueva ola de contagios antes de iniciar la vacunación en nuestro país.
Celso Vivallo Ruz

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