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Empleabilidad post pandemia

Más de una vez hemos escuchado que el fin de año es sinónimo de renovación, reinvención y de análisis de cómo nos fue. Y bajo las condiciones de este 2020 esto se verá amplificado. Pues bien, esta columna busca entregar algunos tips para aquellos que, por distintos motivos, quieren hacer un cambio de trabajo o están en búsqueda de uno, una suerte de guía paso a paso que, en pocas líneas, ayudará a acelerar el proceso.
Antes, hay que derribar un mito que ha estado imperando: no hay vacantes, porque las empresas no están buscando personal. ¡Falso! Siempre hay oportunidades laborales, solo que a veces no se publican.
Las sugerencias de los expertos en empleabilidad y head hunting dan algunas luces del camino a seguir. Primero, autoconocimiento: encuadrar claramente cuál es la propuesta de valor personal, definir que dolores organizacional se pueden (como trabajador(a)) calmar. Revisar fortalezas, competencias, motivadores y satisfactores podrán ayudar a crear un relato que será el plan de marca profesional.
Luego de ello, preparar currículum vitae (CV) y un perfil LinkedIn. El CV debe estar confeccionado en base a logros y no exceder las dos páginas, tiene que tener un orden cronológico inverso y debe redactarse teniendo en cuenta los logros en esos cargos. LinkedIn es una red social muy utilizada por los que buscan personal y suele ser una muy buena herramienta para encontrar ofertas laborales. Recomiendo confeccionar el perfil y contactar empresas de interés. Lo clave acá es estar siempre generando interacciones, subiendo opiniones vinculadas con algún rubro y dando likes. Mientras más actividad, más visible se estará para los motores de búsqueda.
Tercero, orientar el objetivo respondiendo lo siguiente: ¿cuál es mi preferencia de trabajo ideal?  ¿qué tipo de empresa u organización me brindará mayor satisfacción? ¿cuál o cuáles son los cargos objetivos? ¿qué estilo de liderazgo y cultura organizativa me genera mayor motivación? Tener claro qué es lo que se quiere conseguir mejora ostensiblemente la efectividad.
Finalmente, gestionar la red de contactos. ¿Por qué?  El 90% de las personas encuentra trabajo con este mecanismo. La estrategia de red de contactos tiene mayor éxito porque ayuda a encontrar aquellas oportunidades vacantes “ocultas” o que no se publican. Se puede comenzar haciendo una lista de todas las personas conocidas, estén o no familiarizadas con el desempeño laboral, que incluya desde familia, amigos a ex contactos laborales. Luego se puede generar una reunión para transmitir la oferta de valor y fortalezas, pero nunca generar un contacto para “pedir pega”. Quien escucha debe tener claridad de qué es lo que busca el interesado y qué problemas organizacionales puede ayudar a resolver. Digamos la verdad, a todos nos pasa que  tendemos a ayudar y referir a quién tiene un objetivo claro y no nos “quemamos” con los pesimistas o los que buscan “lo que sea”.
Pues bien, esos cuatro pasos pueden permitir, aun en contextos tan complejos como el actual, encontrar un trabajo que cumpla con nuestras expectativas. Y recordar que hoy se contrata para resolver problemas, por lo que debemos conocer nuestros diferenciadores.
Marcelo Oliva Abusleme

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